• Deformidad de la oreja.
• Dolor al tocar el pabellón auricular
• Rascado de oreja
• Sacudidas de cabeza
• Hinchazón de la oreja.

Normalmente se produce cuando el perro sacude mucho la cabeza. El excesivo movimiento brusco de la cabeza puede provocar que se revienten algunos vasos sanguíneos de las orejas y causen un hematoma. 

El otohematoma también podría estar causado por un trauma o un rascado excesivo de la oreja.

El diagnóstico se realiza gracias al examen físico de la oreja pero lo importante para el veterinario es determinar la causa subyacente. El veterinario puede utilizar:

• Otoscopio para visualizar el canal auditivo y detectar infecciones o cuerpos extraños.
• Cultivos bacterianos para detectar patógenos específicos.
• Citología para identificar infecciones fúngicas o bacterianas
• Biopsia si se sospechara de una neoplasia

El veterinario para solucionar el problema de la oreja deberá drenar la acumulación de sangre en el pabellón auricular. Para evitar recaídas normalmente conviene esperar unos días para estabilizar la situación y que queden resueltos los problemas en los vasos sanguíneos de las orejas. Mientras, el veterinario deberá tratar de solucionar el problema que provoca el exceso de sacudidas de cabeza.

Para un correcto tratamiento, además de drenar el contenido con aguja y jeringa, conviene realizar una pequeña incisión para limpiar correctamente el pabellón auricular. Normalmente en un par de semanas el perro ya estará recuperado para hacer vida normal.

En caso de no drenar el otohematoma, el pabellón auricular podría encogerse y deformarse y mostrar lo que se conoce como “oreja de coliflor”.